La radiofrecuencia tripolar está de moda, y ya no solamente por ser una técnica de medicina estética avanzada que ofrece resultados increíbles, sino también por todos los beneficios y diferencias significativas que aporta respecto a las otras dos vertientes del tratamiento de radiofrecuencia (monopolar y bipolar).
Así pues, a día de hoy, cada vez más gente está acudiendo a los centros estéticos en busca de novedosos tratamientos de rejuvenecimiento facial y corporal, siendo de esta manera bastante evidente la popularidad que esta técnica ha ido obteniendo durante los últimos años.
En este artículo trataremos de explicar cuáles son esas diferencias tan importantes, así como también el funcionamiento de este método y cuáles son los beneficios que podría reportarnos.
Así que…
¿Qué es la radiofrecuencia tripolar?
La radiofrecuencia tripolar es el resultado de un sistema que basa su procedimiento en la tecnología TriPollar, la cual es el pilar fundamental de la reconstrucción y el remodelado de los tejidos blandos del cuerpo y de la cara.
Por así decirlo, a falta de verlo más en detalle, el tratamiento de radiofrecuencia que en esta página abordamos es la tercera generación de una técnica innovadora que ha conseguido superar los límites establecidos en los sistemas monopolares y bipolares, aunando de esta manera en un único procedimiento el resultado de dos grandes descubrimientos.
La TriPollar es una tecnología de origen Israelí que fue desarollada por la empresa Pollogen, disponible únicamente a través de dos instrumentos: REGEN y Apollo.
Sistema Regen
Por su parte, el sistema REGEN se compone de dos aparatos aplicadores: grande y pequeño, los cuales han sido especialmente diseñados para diferentes zonas corporales. El más grande se utiliza en áreas de mayor superficie como pueden ser las piernas o los glúteos, en tanto que el dispositivo más pequeño se emplea para áreas específicas de menor tamaño, como puede ser el cuello, la cara o los brazos.
Dispositivo Apollo
Por otro lado, el dispositivo Apollo destaca por tener una potencia ligeramente superior, además de disponer de tres aparatos aplicadores: uno de menor tamaño que está enfocado a partes pequeñas de la cara, tales como la boca o los ojos. Uno mediano que se utiliza para el resto de la cara y otro más grande enfocado a todo el cuerpo.
Los aparatos de radiofrecuencia tripolar suelen administrar una potencia que varía entre los 30-50 watios, por lo que son instrumentos realmente fáciles de utilizar e increíblemente eficaces.
Así pues, utilizados en cuerpo y cara los resultados que se obtienen son visibles e inmediatos ya desde la primera sesión, en tanto que los beneficios que reporta son duraderos, sin cirugía ni la necesidad de pasar por un periodo de rehabilitación.
Nota: en el resto del cuerpo funciona igualmente bien, lo único es que los efectos suelen tardar algo más de tiempo en ser efectivos.
¿Para qué sirve la radiofrecuencia tripolar?
El envejecimiento es un proceso inevitable, pero este avanzará a pasos agigantados si no seguimos las pautas adecuadas ni una dieta equilibrada, en tanto que la falta de proteínas, fibroblastos y fibras de colágeno en nuestro organismo propiciará que las células de nuestro cuerpo envejezcan muy rápidamente.
Los factores anteriores son dos de los más significativos a la hora de perder peso y masa muscular, ya no solo del cuerpo sino también de la cara.
Hace años, una de las pocas soluciones que se planteaban era la de someterse a la cirugía, pero en la actualidad, gracias a los avances médico-tecnológicos, han ido surgiendo nuevos tratamientos y métodos de forma que podamos evitar este tipo de intervenciones.
Es por ello que los tratamientos de radiofrecuencia no emplean calor, luces agresivas ni incisiones subcutáneas, puesto que únicamente basan su técnica en el calentamiento del tejido de la dermis, siendo por ello perfectamente aplicables en personas de cualquier edad y piel que deseen combatir los signos del envejecimiento y conseguir una tez más suave, firme y brillante.
Beneficios y resultados de la radiofrecuencia facial tripolar
Entre muchas otras, algunas de las principales ventajas que este tratamiento puede brindarnos es el hecho de que no necesita de hospitalización alguna, tampoco anestesia ni proceso de rehabilitación, pues el paciente una vez finaliza la sesión puede volver a casa y retomar su rutina diaria con total normalidad.
Además, es una técnica indolora, no invasiva y que puede aplicarse en cualquier parte del cuerpo que así se considere, siendo especialmente recomendable para varices, para brazos, para senos, para flacidez facial, para adelgazar, para abdomen, para el cuello, para el rostro, para estrías, para celulitis ¡y hasta para glúteos!, aunque la lista sigue aumentando hasta llegar a más de 100 zonas distintas.
Los resultados de la radiofrecuencia se aprecian ya desde la primera sesión, y van en aumento a lo largo de los meses posteriores a terminar el tratamiento, alcanzando el punto álgido entre el 3-5 mes después de su finalización, sobre todo si se lleva un estilo de vida saludable y equilibrado.
El efecto puede llegar a prolongarse hasta 2 años en el mejor de los casos, aunque se recomienda llevar a cabo sesiones de control cada 2 meses a fin de alargar indefinidamente el efecto lifting.
Los resultados fundamentales que obtendrás con este tratamiento son:
- Disminución de arrugas y lineas finas del rostro.
- Piel más firme y con aspecto rejuvenecido.
- Contorno de la cara más delimitado.
- Tonificación del cuerpo y reducción de la grasa localizada.
- Reducción de la celulitis.
- Mejora el aspecto de la piel de naranja y de las estrías.
- Reafirma la piel del cuerpo y de la cara
- Drenaje linfático y eliminación de toxinas y desechos.
- Al combinarla con la ultracavitación o la mesoterapia los resultados serán muchísimo más visibles y duraderos.
¿La radiofrecuencia tripolar cómo funciona?
Lo primero que has de saber es que son los fibroblastos los encargados de producir las fibras elástica que tiene la piel, el colágeno o las proteínas de elastina.
Todas ellas, cuando se calientan, se contraen, mientras que los filamentos de colágeno se estiran, lo cual deriva en una piel más tersa y tonificada.
Este calentamiento, al mismo tiempo, también acelera el metabolismo del cual participan las células adiposas, a fin de aumentar la regeneración de las moléculas de colágeno a lo largo de todas las sesiones del tratamiento.
¿En qué se traduce todo esto y cuál es el resultado?
El resultado es que la piel se estira, tiene un aspecto mucho más joven e intensifica su remodelado con el paso del tiempo.
Gracias a la tecnología TriPollar la energía que transmite la radiofrecuencia se distribuye de forma equitativa y centralizada por todas las capas de la piel, incluida la del tejido adiposo subcutáneo, todo ello sin causar dolor ni molestia alguna.
Esa energía y calor que se libera de forma controlada es repartida a través de varios electrodos que únicamente se limitan a actuar en la zona tratada, en donde ese reparto se convierte en resultados visibles e inmediatos, aunque para obtener efectos aun mejores y más prolongados se aconseja la práctica de sesiones de mantenimiento cada dos o tres meses.
La técnica de radiofrecuencia tripolar posibilita que los profesionales puedan optar por tratamientos faciales o corporales, en tanto que este primero va enfocado hacia la regeneración de las fibras de colágeno mientras que, por su parte, los tratamientos corporales focalizan sus esfuerzos en reducir la cantidad de células de grasa en las capas más profundas de la piel -la hipodermis-, acelerando de esta manera la producción de colágeno.
El hecho de que las células de grasa se calienten hace que el metabolismo se acelere y estas primeras se encojan, pues el incremento de temperatura obliga a que las células adiposas liberen ácidos grasos (coloquialmente conocida como grasa líquida), los cuales se desechan mediante el torrente sanguíneo y el sistema linfático.
¿Cuá es el resultado?: una reducción considerable de la cantidad de grasa y la disminución de los efectos de la celulitis.
Radiofrecuencia monopolar, bipolar y tripolar. ¿Qué diferencias hay?
La radiofrecuencia accent, el mecanismo que acciona la radio frecuencia tripolar, está basada, al igual que los otros tipos de radiofrecuencias, en el conocido como efecto joule.
La principal ventaja de este tratamiento reside en el hecho de combinar los beneficios y los rendimientos de la monopolar y de la bipolar, todo ello sin dolor alguno y con un gasto de energía increíblemente bajo
La TriPollar se sirve de la utilización de tres electrodos a fin de traspasar energía hacia las capas internas de la piel, en donde es precisamente el uso de esos tres o más electrodos los que posibilitan la centralización directa de la energía sobre la zona que se quiere tratar.
Gracias a ella, mediante la aplicación de movimientos suaves y circulares, la temperatura de la tez va aumentando progresivamente hasta llegar a un máximo de 42ºC, pudiendo incrementar en varios grados más a la hora de incidir sobre las capas más bajas de la piel debido, en parte, a la resistencia de los tejidos.
Es por esta razón que las tecnologías y los tratamientos de primera generación, como es la monopolar, y de segunda generación, como es la bipolar, no están tan focalizadas y necesitan de muchísima más energía para conseguir algún tipo de resultado, pudiendo hacer que la piel se caliente en exceso y, por consiguiente, causando dolor.
Es precisamente este dolor el que puede derivar en quemaduras y daños en las diferentes capas de la piel. En suma, estas tecnologías, ya antiguas, a su vez necesitan tener mecanismos de enfriamiento que consigan paliar los riesgos que estas podrían llegar a producir, lo que se traduce en que el efecto de calentamiento que se supone que tienen que hacer es menos efectivo.
Sin embargo, la radiofrecuencia monopolar goza de una buena profundidad de acción, la cual es inversamente proporcional a la onda longitudinal que provoca. De todas formas, esta necesita sistemas de enfriamiento y energía demasiado altos, además de ser un tratamiento ligeramente doloroso y con efectos estéticos no tan inmediatos.
Por su parte, la radiofrecuencia bipolar consigue penetrar en la piel hasta una profundidad que es igual a la mitad de la distancia que hay entre cada uno de los electrodos, requiriendo una cantidad moderada de energía.
También cabe destacar que, al igual que la monopolar, esta también es parcialmente dolorosa, en tanto que el tejido adiposo apenas nota el flujo de energía que se le transmite, puesto que la penetración no es demasiada profunda y, por consiguiente, el drenaje linfático es limitado.
Por último, la radiofrecuencia tripolar es, de las anteriormente citadas, la única técnica del mundo que de manera simultánea combina los efectos de ambas radiofrecuencias en un único y excelente tratamiento.
Dispone de una configuración atípica de algoritmos sofisticados de control que sortean de forma magistral el sobrecalentamiento, además de quitar de la ecuación la necesidad de aplicar mecanismos de enfriamiento directamente sobre la piel.
Asimismo, gracias a la baja potencia que se necesita para aplicar la radiofrecuencia tripolar el tratamiento resulta agradable e indoloro.
La tecnología de tercera generación posibilita el tratamiento de líneas finas y delicadas en zonas específicas de la cara sin necesidad de provocar dolor, en tanto que entre esas áreas se encuentran la superficie perioral -alrededor de los labios- y periorbital -alrededor de los ojos-.
Es por ello que podemos confirmar que la radiofrecuencia tripolar es, en comparación con cualquier otra, mucho más centralizada, consiguiendo de esta manera una penetración más profunda en la piel y alcanzando temperaturas más altas que el resto de tratamientos.
Todo esto se traduce en que el paciente disfruta de una mayor eficiencia y seguridad durante el procedimiento, así como una duración menor de las sesiones y cantidad de las mismas.
La radiofrecuencia tripolar y sus contraindicaciones
Tan seguro es este tratamiento que apenas tiene efectos secundarios o contraindicaciones, aunque siempre tendrá que ser realizado por profesionales cualificados.
No obstante, es posible que dependiendo de la sensibilidad de la piel del paciente puedan llegar a aparecer rojeces en el área tratada, aunque pasadas las dos horas estas desaparecen.
Otra de las posibles contraindicaciones que podrían aparecer es la de una ligera hinchazón en la superficie tratada que, como máximo, suele prolongarse hasta 2 días; pasado el tiempo desaparece.
Por el contrario si no tienes ningún tipo de afección, problema o enfermedad en la piel y eres una persona sana, entonces no hay razón médica alguna por la que no deberías, en el caso de que así lo deseases, someterte a este tipo de tratamientos.
Sin embargo, no deberías llevar a cabo la radio frecuencia si:
- Tienes un marcapasos.
- Padeces de cáncer (sobre todo de piel).
- Tienes un implante de metal o algún tipo de prótesis.
- Eres una mujer embarazada o lactante.
- Tienes hipertensión arterial.
- Tienes alguna infección cutánea.
- Sufres de insuficiencia renal.
- Padeces obesidad mórbida.
- Estás enfermo de SIDA y sujeto a medicaciones inmunodepresoras.
¿La radiofrecuencia tripolar cuántas sesiones necesita? ¿Cual es su duración?
Aproximadamente, una sesión puede durar entre 20-60 minutos, todo dependerá de la zona que se vaya a tratar.
A fin de obtener unos resultados considerables, es aconsejable someterse a un número de sesiones que puede oscilar entre las 6 y las 12, todo ello dejando un intervalo entre cada sesión de entre 1-3 semanas.
No obstante, esto podrá variar en función del tipo de dermis que se tenga, de lo bien que una persona tolere el tratamiento y de las necesidades de cada paciente, pues será en última instancia el personal cualificado quien evalúe de forma adecuada el estado de cada persona.
Nota: se aconseja adoptar una dieta sana y equilibrada, estar bien hidratado durante el día y practicar deporte cardiovascular durante 60 minutos al día, ejemplo de ello puede ser dar un paseo por el parque, correr, nadar o montar en bicicleta.
Precio por sesión de la radiofrecuencia tripolar
Una sesión de este tratamiento puede estar entre los 100-200€, aunque muchas de las clínicas y centros de medicina estética que ofertan este tipo de técnicas suelen ofrecer descuentos muy interesantes para aquellas personas que contraten un pack de varias sesiones.
Utilización de la radiofrecuencia tripolar en casa
A día de hoy en el mercado podemos encontrar dos aparatos de radiofrecuencia tripolar de forma que seamos capaces de realizar el tratamiento desde casa.
Tripollar Stop
Utilizado para la radiofrecuencia tripolar facial, siendo altamente eficaz para combatir las líneas de expresión y suavizar las arrugas en la cara. Tiene un coste aproximado de 290€.
Tripollar Pose
Utilizado para la radiofrecuencia tripolar corporal, ayuda a luchar contra la celulitis, la piel de naranja y contribuye a la remodelación del contorno corporal. Tiene un coste aproximado de 390€.
Es obvio que el precio medio de una sesión en una clínica especializada puede rondar entorno a los 100€, por lo que no es de extrañar que el valor de estas máquinas y equipos sea algo mayor.
No obstante, de un primer vistazo, el gasto es superior, pero a largo plazo el dinero que podrías llegar a ahorrarte y la comodidad que esto supone es bastante compensable.
Aunque también es verdad que si no se conocen las técnicas o no se tienen los conocimientos necesarios para poner en práctica este tratamiento, quizá sea más recomendable acudir a un profesional.
Aquí te dejamos un vídeo de radiofrecuencia tripolar en donde se explica el funcionamiento de un dispositivo casero.
Fácil, ¿verdad? Lo único que tienes que hacer es desplazar el dispositivo por la superficie corporal o facial que desees tratar, y siempre aplicando movimientos circulares.
La decisión respecto al hecho de si aplicarse esta técnica en casa o en una clínica es de índole personal. Las ventajas de poder hacerlo de forma casera es, principalmente, la comodidad. Por el contrario, este tipo de aparatos son mucho menos potentes que los profesionales, por lo que sus efectos no son tan potentes ni tan buenos.
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Referencias: